La mala cobertura nos ha impedido descargar una cronica y varias fotos, asi que publicamos la documentación que hemos podido descargar (corresponsal blogguero).
No hay nada mejor que una San Miguel en ABC (Campo base del Annapurna) y no hay nada peor que estar alli y no poder ver nada.....absolutamente nada! No obstante, estabamos alli a 4130 metros, en el Santuario del Annapurna comiendo golosinas, recordando a Inyaki Ochoa y con sentimientos que no se pueden describir....
Tras regresar al MBC (campo base del Macchapucchare) cenamos como siempre como reyes de la montanya y al mas puro estilo internacional: senyores, que aqui hay una pizzas de lujo, rollitos de primavera, arroz y pasta variadito, pero sano y natural, siempre con verduras e ingredientes de la tierra (eso si, nos ha costado que entiendan que lo del picante no nos va...). Tras la partida de dados de rigor ( a lo mas tipical spanish) y hasta que no nos mandaron callar, no nos fuimos a dormir hacia las 8 p.m. (ahora habitual por estos lares, imposible acostarse mas tarde).
Al despertar, tras nuestro milk coffe y gurung bread (churros de toda la vida pero al estilo nepali: planos y grandes), espectacular vista del pedazo canyon-valle por el que ascendimos el dia anterior y que ahora emprendiamos su laaaaaaaaaaaaaaaarrgaaaaaa y dura bajada por millones y millones de escalones por los que subimos "bistari, bistari" (despacio, despacio en nepali). Nos llevo 8 horas bajar lo que tardamos 2 dias en subir! Ahi, campeones, aunque mucho mas nuestros porteadores cargados y nuestros guias, the big brother Indra y the little brother Son (aunque desde Chongrom nuestro material de barrancos no fue porteado esperandonos al regreso). Durante esa bajada pudimos contemplar nuevamente los impresionantes barrancos que a ambos lados del valle soltaban sus impresionantes chorros. Rapeles de mas de 80 metros dejaban caer sus aguas desde 6000 metros de altura entre frondoso bosque y su granitica roca. Buuuuuuuuffff, nos tienta y nos hace sonyar! Entre ellos uno al que bautizamos el Dry-Gin-Khola y otro el High Jardin Khola que ya esperan nuestro regreso.
Todo el camino espectacular, no hay palabras, como bien dice Raul: aun no hemos podido cerrar la boca, y nuestra mandibula sigue encajada. Bosques sacados de cuentos de hadas o del mismisimo Rivendel donde esperas ver los gorilas en la niebla que ultimamente nos acompanya demasiado en nuestro camino hacia Ghorepani donde nos espera la segunda parte de nuestra aventura....
Por lo demas, sigue impactandonos esta cultura con una forma de vida tan distinta en la que poco necesitan para ser felices, donde cada gesto es signo de agradecimiento, y cada caramelo es una gran sonrisa.
Bueno chavales, hasta la proxima, esperemos con neopreno puesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario